Las Perseidas
30 1/2”x 22 1/2”
Una noche me bañé con Las Perseidas
en la ducha exterior.
Parecían gotas de escarcha
resbalando sobre el cielo nocturno.
Apagué las luces,
continué mi baño,
siempre mirando hacia arriba.
Feliz de verlas
y de que me miraran.
Los baños no debieran tener techo.
Sólo así podrán regresar
aunque sea una vez al año.
Diminutas ninfas que centellean sobre mi,
inflando el cielo con mis ojos.
Lágrimas santas bajo las alas de Casiopea,
que lloran al verse morir.