La Verdadera Yo
Dibujo a Lápiz sobre Papel
16” x 11”
El lunes morí de muerte artificial,
extrajeron con pericia la raíz de mis tormentos
y con un mágico equilibrio y con prudencia,
instauraron en mí mi adorada conciencia.
Bajar de las nubes fue un clavado perfecto.
Entre parpadeo y parpadeo sentí
la revolución de mi cuerpo,
aún no visible, pero lo supe:
había muerto algo detestable en mí.
Una nueva Yo Misma se levanta
y no se mira ya al espejo
porque siente del alma recobrar sus pisadas,
sí, aquellas desechadas por el tiempo,
sacudiendo ahora el polvo del tedio y la rutina
Hoy siento la avenencia de mi tiempo,
el remiendo de mi risa,
y el mundo se abre nuevo,
generoso, genuino, cálido.
La vida alrededor plácidamente igual.
Los hijos, el compañero, los amigos,
la casa, los gatos y los perros.
Sin embargo
sólo yo sé mi secreto:
esta luz re-inventada
que me invita a ser de nuevo
la verdadera yo.